Acompañando al Cares

97 km

IBPs: 40

Ozanes

Llanes

Lineal

Descripción

Primer día: Ozanes-Arenas de Cabrales.

Distancia: 39 km

Índice IBP: 37

Este primer día, la ruta no es larga pero buena parte del terreno es ascendente. Es sencilla y recomendable para todo tipo de cicloturistas. La ruta transcurre por carretera bien asfaltada, excepto en un pequeño tramo, por lo que es apta para todo tipo de bicicletas. Es una ruta de espectaculares paisajes naturales, para pasar un fin de semana pedaleando en buena compañía.

Comienza en Arriondas, en la estación de tren de Ozanes, y a pocos metros de la salida de hay una subida (menos de 2 kms) un poco empinada por la carretera que conduce al pueblo de Romillín. Esta subida se puede asumir perfectamente si se hace con calma.

Después, se toma una preciosa, cómoda y divertida pista de tierra que brinda unos paisajes realmente maravillosos (¡atentos al bosque!), y que conduce a Cangas de Onís, pasando previamente por la aldea de La Vega de los Caseros.

Cangas de Onís (primera sede del Reino de Asturias) nos recibe a la llegada con el famoso Puente Romano de Cangas de Onís, construcción situada sobre el río Sella y que separa los concejos de Cangas de Onís y de Parres. Aunque es conocido como el puente romano, es una construcción medieval (s. XIII). Destaca, colgando de su arco central, una reproducción de la Cruz de la Victoria, principal símbolo representativo del Principado de Asturias, al figurar tanto en la bandera como en su escudo.

Desde Cangas de Onís hasta el final de la ruta (Arenas de Cabrales) se pedalea mayormente por la carretera comarcal AS-114, aunque en ocasiones se tomarán carreteras locales. La carretera comarcal, que tiene un tráfico moderado salvo en verano, va atravesando pueblos con mucho encanto y de cuidada arquitectura. En el primer tramo se sube hasta el alto de Ortiguero y en el segundo se baja hasta Arenas de Cabrales.

En el tramo inicial se pasa por las localidades de Celorio, Corao, Intriago (aquí se pasa tomando una carretera local), Mestas de Con, Villar, Benia de Onís, Avín hasta llegar al alto de Ortiguero (Las Estazadas). Sobre la dureza comentar que la subida al alto desde Avín son unos 11 kilómetros de ascenso suave, aunque solo los 3 últimos pueden ser algo costosos. Para comer, se puede esperar a llegar al alto o bien comer en alguno de los pueblos que se van atravesando, a elección de cada uno.

Entre los pueblos que hemos mencionado destacan las historias alrededor de Corao. Por un lado, está la historia de Roberto Frassinelli y Burnitz, más conocido como “el alemán de Corao”: un dibujante (diseñador de la Basílica de Covadonga), bibliófilo, anticuario, naturalista, arqueólogo de origen alemán afincado en este pueblo, donde ejerció una actividad montañera, cazadora, naturista y desinhibida que alimentó su mito. Los lugareños dieron el nombre de “El pozo del alemán” al rincón escogido (situado en un recodo de la vega del Lago Enol) por Frassinelli para sus meditaciones, rodeado de las hayas y custodiado por los cuervos del cielo.

Muy cerca de Corao y de esta ruta, se encuentra la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, mandada construir por Don Pelayo y que albergó sus restos hasta que fueron trasladados a Covadonga. Al lado de la iglesia se ubica el cementerio donde se encuentra la tumba de “el alemán de Corao” así como un texu (tejo) centenario. Otra historia que rodea la parroquia de Corao es sobre la ciudad perdida de Vadinia, cuna de la tribu cántabra de los vadinienses y de la cual se desconoce su emplazamiento aunque se discuten diversas posibilidades (entre Abamia).

Y si les ha gustado la naturaleza de la zona que nos rodea, comentar que cerca del alto de Ortiguero comienza una ruta de senderismo muy recomendable: la ruta del desfiladero del río Casaño.

Tras una parada en el alto de Ortiguero para reponer fuerzas y contemplar el paisaje, comienza la bajada. ¡Y qué bajada! Si está despejado, no olvidaréis las vistas que vais a tener de los Picos de Europa. Siguiendo por la misma carretera (AS-114), se desciende pasando por Carreña de Cabrales y un poco antes de llegar a Poo, se para en el Mirador del Pozo de la Oración para contemplar el Naranjo de Bulnes (Picu Urriellu), quizás la cima asturiana más emblemática por sus 550 metros de pared vertical de la cara oeste.

Reanudamos la marcha, y tras pasar Poo llegamos a Arenas de Cabrales, destino final de la ruta. En este pueblo es donde se celebra, el último domingo de agosto, el Certamen del queso de Cabrales, seña de identidad gastronómica de la zona. El queso de Cabrales es un queso de tipo azul que se elabora a partir de leche de vaca, cabra u oveja. En Arenas de Cabrales se encuentra la cueva-exposición del queso de Cabrales, donde se da a conocer el presente y el pasado del queso de Cabrales mediante visitas guiadas (www.fundacioncabrales.com).

Segunda día: Arenas de Cabrales – Llanes.

Distancia: 58 Km

Índice IBP: 43

Este segundo día, la ruta es más larga que en el día anterior, pero buena parte es terreno descendente. Salvo un pequeño tramo de la senda costera, la ruta transcurre por carretera bien asfaltada por lo que es apta para todo tipo de bicicletas. Una ruta de espectaculares paisajes naturales, para pasar un fin de semana pedaleando en buena compañía.

Arenas de Cabrales es el punto de inicio de la ruta, comenzando la misma con un tramo largo y espectacular en descenso en dirección a Panes por la carretera AS-114. Durante todo este tramo (unos 22 km), el río Cares nos acompañará, haciendo honor al nombre de esta excursión. Por el camino, merece la pena hacer una parada para fotografiar y ver el río desde alguno de los puentes construidos para cruzarlo, destacando el puente medieval de La Vidre, un lugar de ensueño en las proximidades de la localidad de Trescares. Se trata de un puente medieval construido posiblemente sobre otro anterior de la época romana, con un solo arco y ligeramente apuntado.

Tras la parada en el puente medieval de La Vidre, se sigue avanzando por la carretera, pasando por el lugar donde el río Cares entrega sus aguas al río Deva (ambos de gran actividad salmonera), un poco más abajo de Puente Llés y un par de kilómetros antes de llegar Panes. La ruta sigue avanzando y justo antes de cruzar el puente sobre el río Deva de entrada a Panes, nos desviaremos por la carretera AS-343 hacia Seijo. Justo en este lugar hay una zona habilitada (mesas y bancos) para poder descansar y tomarse un refrigerio.

En esta parte de la ruta vamos a disfrutar de la Sierra del Cuera, una sierra situada entre Picos de Europa y el mar Cantábrico, lo que la hace un magnífico mirador tanto de la accidentada costa del Cantábrico como de los Picos de Europa. Entre los árboles presentes en la zona, predominan la encina, el roble y el haya, aunque al pie de la sierra, en ambas vertientes, se encuentran gran número de plantaciones de eucalipto y pino.

Seguimos ruta bordeando la Sierra del Cuera por su parte oriental. En este tramo se intercalan subidas suaves con otras menos suaves, pero todas asumibles con paciencia y sin prisas. Y merece la pena, pues las vistas son impresionantes sobre el río Deva. Una vez pasados pueblos como Narganes o Andinas, se llega a Villanueva donde nos adentramos en el valle de la Borbolla, con lo cual estaremos pedaleando, en un animado sube y baja, entre la sierra del Cuera y el mar.

En las cercanías de nuestro camino se encuentra el ídolo de Peña Tú, una roca que tiene en uno sus lados varias representaciones de arte prehistórico: pinturas y grabados que corresponden a la época Neolítica.

Y siguiendo la ruta llegaremos, tras una subida corta pero intensa, a Andrín. Un poco más adelante de este pueblo se sitúa el mirador de la Boriza, un mirador panorámico construido en un lugar elevado y bien situado desde donde se puede observar una hermosa vista de las playas de Andrín y Ballota, el Islote del Castro, y de la Sierra del Cuera.

Continuamos camino y llegamos, tras pasar por Cué, al punto final de nuestra ruta, la villa de Llanes. Llanes es un villa costera que conserva parte de su lienzo amurallado y en su espacio intramuros (casco histórico) se localizan monumentos como la Basílica de Santa María de Concejo, la Casa de Rivero o Palacio del Conde de la Vega de Sella. Tres playas y un paseo espectacular sobre el acantilado, el Paseo de San Pedro, añaden encanto a la atmósfera costera. Cabe destacar una obra de reciente realización, Los Cubos de la Memoria del pintor vasco Agustín Ibarrola. Se trata de una original idea que consistió en pintar con diversos motivos los bloques de hormigón que protegen el puerto de la villa. A través de las pinturas de los cubos se puede conocer la memoria del artista, la memoria del arte y la memoria del territorio.

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