Descripción de la ruta.

En esta ruta circular por la vecina provincia de León, dentro de las comarcas de Babia y Luna, se disfrutará de la bicicleta y de la alta montaña recorriendo dos valles paralelos que se extienden al SE del macizo de Peña Ubiña. El primero más cerrado: de Pinos a Casa Mieres y el segundo, mucho más abierto: de Vega a Campolamosa atravesando grandes praderías, vegas y majadas, hasta Villafeliz.

La ruta partirá del aparcamiento del área recreativa dirección Sena de Luna, a 1 kilómetro se llegará a la carretera comarcal CL-626, de escaso tráfico, se girará en dirección Villablino y al poco se dejará a la izquierda Rabanal de Luna.  Transcurridos 3 kilómetros se podrá contemplar en un alto la Ermita de Nuestra Señora de Pruneda: edificio sobrio de arquitectura rural de finales del siglo XV, su estratégica ubicación, por donde trasegaban los ganados trashumantes hasta los ricos puertos de verano de Babia, servía de divisoria entre los concejos de Babia y Luna. Su proximidad al Camino Real de la Mesa, que desde antaño comunica Asturias con León, hace pensar que la ermita servía de refugio a los usuarios de esta ruta.

La ruta prosigue por la carretera dejando a la derecha el pueblo de Villafeliz de Babia. Tras 1,5 kilómetros se llegará al cruce donde se girará a la izquierda. Tras 3 kilómetros más, una vez pasado Villasecino,se girará a la derecha en dirección San Emiliano. En este último pueblo, capital de la Babia Baja, se podrá hacer un pequeño descanso y disfrutar de las vistas del macizo de Peña Ubiña desde un magnífico mirador.

Estos primeros 16 kilómetros se pueden considerar llanos. Tras el descanso, la ruta continuará por carretera, en suave ascenso, hasta la aldea de Pinos donde acabará el asfalto para dar paso a una pista ancha que, tras una ascensión de unos 6 kilómetros junto al rio Pinos, la primera muy llevadera y la segunda más empinada, conducirá a los amplios pastos de los puertos de los Navares y Pinos. Aquí se encuentra la famosa Casa Mieres que por litigios por el derecho de uso de los pastizales entre el Ayuntamiento de Mieres y parte de los ganaderos leoneses , este refugio ganadero de Puerto de Pinos cuya propiedad es del consistorio mierense desde hace más de noventa años aunque se encuentre en suelo de Babia, lleva 4 años cerrado por lo que se podrá parar a descansar y comer algo en su terraza.

Después de comer se reanudará la marcha por caminos y sendas atravesando las praderías hasta bordear por la izquierda un pequeño cerro. Tras una pequeña subida se alcanzará el colladín de Piedra Soguera donde hay una fuente y un cruce que siguiendo por la izquierda llevará por un camino que atraviesa otra pradería dirección a unas cabañas que se ven al fondo. Antes de llegar a la majada de la Cubilla segirará por la orilla contraria en dirección oeste. En este punto el camino medio se pierde y requiere habilidad para seguirlo sin necesidad de bajarse de la bicicleta. Tras pasar un espolón rocoso el camino se torna más visible. Se atravesará la ladera por encima de la Vega de Campolamosa y antes de llegar a un collado se descenderá a dicha vega.

Al final del mismo, la salida se angosta por lo que habrá que descender con mucha precaución, dada su fuerte pendiente, por una pista muy marcada hasta el pueblo de Villafeliz. En este punto se retomará la carretera que conduce hasta Sena de Luna.

Transporte:

La mejor forma de llegar a Sena de Luna es en coche particular por la autopista AP-66. Se tomará el desvío en dirección Villablino antes de cruzar el Puente de Fernández Casado sobre el embalse de Barrios de Luna. De aquí a Sena de Luna hay unos 10 kilómetros. La distancia que separa Oviedo de Sena de Luna es de 73 kilómetros y se tarda aproximadamente unos 45 minutos en llegar.

A modo de curiosidad:

La expresión estar en babia que significa «estar distraído y ajeno a lo que pasa alrededor», se cree que tiene su origen en la Edad Media cuando los reyes de León iban a esta comarca a su placentera residencia de verano a cazar y descansar. Cuando en la corte se preguntaba por el paradero de los reyes, se contestaba que estaban en Babia, es decir, alejados del mundanal ruido y de los problemas de palacio.