Descripción de la ruta.

Esta excursión de cicloturismo es lineal con inicio y fin en distinto punto. La gran cuesta que se ve en el perfil corresponde a la ascensión a Cascada de Guangua que se realizará caminando. El resto discurre en su mayoría por senda verde que va por la antigua vía de ferrocarril y sigue en gran parte el curso los ríos Gafo, Nalón y Trubia.

Es ésta, una excursión que se podría decir combinada, es decir, tiene una parte en bici y otra de caminata. Por este motivo es recomendable y aconsejable llevar una pequeña mochila y un candado para la bici, además de llevar un calzado apropiado para caminar. La parte de pedaleo, es muy fácil, y la de caminar son unos 45 minutos de subida hasta la cascada.

Después de salir de Oviedo por el Parque de Invierno y la Senda verde de Fuso, llegamos al campo de golf de Las Caldas, cruzamos el pueblo del mismo nombre con su bonito balneario real y su Castillo, que a la vera del río Nalón, nos transportará rápidamente a Caces, donde enlazamos con otra senda verde, la de Fuso-Tuñón, que llena de castaños a la vera del río Nalón, hará que disfrutemos del  pedaleando sin esfuerzo. Atentos con este tramo que es compartido con tráfico motorizado y como nos pilla de bajada, al principio sobre todo, hay que prestar especial atención.

Una vez en Trubia, famosa por su Fábrica de Armas, continuaremos con dicha senda en terreno levemente ascendente para, en pocos kilómetros, situarnos en el pueblo de San Andrés. Aquí dejaremos las bicis con el correspondiente candado y nos disponemos a subir a la Cascada del Guangua.

La sierra del Guangua o Buanga, —situada en el concejo de Oviedo, en el límite con Santo Adriano, Grado y Proaza— es ese pequeño cordal que se alza sobre el Valle de Trubia en su margen derecha en dirección hacia Proaza. El paseo andando por el antiguo Camino Real, no es difícil y se hace en menos de una hora despacio, atravesaremos un bosque de castaños —que inflarán nuestros pulmones de naturaleza— con bonitas vistas y pasaremos junto a los restos de un antiguo molino. La Cascada del río Buanga (afluente del Trubia) tiene unos doce metros de altura.

Dependiendo de la hora y como esté el tiempo, se puede comer al lado de la cascada oyendo plácidamente el ruido de sus aguas, o bien se puede bajar de nuevo al pueblo —donde habíamos dejado las bicis— y comer en el bar/merendero nuestro propio bocadillo, o bien algún plato típico de la zona.

Ya sólo nos queda regresar por la senda de Fuso-Tuñón a Trubia, fin de la excursión. Podremos esperar tranquilamente el tren, tomando un café con pastel en la confitería el vasco, tiene fama este sitio por su repostería, o bien volver a Oviedo por el mismo sitio que ya pedaleamos en la mañana, sin ninguna complicación.