Esta ruta, comienza en Aguilar de Campoo, a la vista de la Ermita de Santa Cecilia y las ruinas del Castillo. La iniciamos callejeando hasta el Monasterio de Santa María la Real, que tiene en sus dependencias el Museo del Románico. Por carril bici proseguimos hasta los pies de la presa del embalse de Aguilar de Campoo, y si tenemos suerte, podremos contemplar El Chorretón.

Giramos 180º y por una bonita pista, a la vera del río Pisuerga, vamos dirección sur, circulando entre pistas y carreteras secundarias, cruzamos la autovía A-67 para llegar a Valoria de Aguilar y de aquí a Olleros de Pisuerga. Esta localidad tiene uno de los mejores eremitorios de la península ibérica. La iglesia rupestre de los Santos Justo y Pastor excavada en la roca, denominada “la Catedral de las rupestres”.

Tras esta merecida visita, seguimos nuestra ruta y antes de llegar a Mave nos desviamos a la izquierda para adentrarnos en el Cañón de la Horadada. Aquí hay que echar pie a tierra y con precaución salvar el desnivel que sus paredes nos imponen, salimos de éste por una llamativa cavidad.

Llegamos al llano y giramos al oeste por una larga pista que nos impone el valle. En su cabecera cambiamos de dirección para dirigimos al Paisaje Protegido de “Las Tuerces”. Este monumento natural de formas pétreas, es un singular laberinto de más de 50 hectáreas. Daremos un paseo por el entorno, con precaución en algunas zonas por los fuertes desniveles y ojo, si hay niebla, en no perderse por sus laberínticas estrecheces.

La ruta, ahora en rápido descenso, continua hasta Villaescusa de las Torres. Aquí hay un área recreativa que puede ser buen sitio para descansar. Tras cruzar esta localidad y un puente de madera sobre el Pisuerga, vamos rumbo norte dirección Aguilar de Campoo, entrando en esta localidad por el Paseo El Soto y al centro del pueblo por la Puerta y Puente del Portazgo.

• Ruta no recomendada para menores ni ciclistas noveles
• Se aconseja bicicleta de montaña o híbrida.
• Mejor ir ligeros de equipaje y sin alforjas.
• Hay que tener precaución en el Cañón de la Horadada y en Las Tuerces, por lo abrupto y escarpado del terreno.