Salimos de la ciudad de Oviedo y bajando por el barrio de La Tenderina nos dirigiremos por la N-634 hacia Colloto. Tras pasar su Iglesia de Santa Eulalia y el puente romano que existe a la altura del Polígono Industrial del Águila Negra, seguiremos los pasos de los peregrinos cogiendo una senda que nos llevara a Tiñana y con suave pedaleo llegaremos al fabuloso Palacio de Meres donde, disfrutando de tal construcción y a la sombra del árbol adjunto a su capilla, haremos una parada de avituallamiento, pero no de café ya que no hay bar.

Después seguiremos pedaleo en dirección al Huerto de Meres para acercarnos al pueblo de Fonciello que por sendas y carreterinas nos embocará en El Berrón, nudo de enlace de varias líneas de ferrocarril de vía estrecha. De camino pasaremos por el Santuario de la Virgen de La Cabeza (donde se puede realizar otra parada en el tendejón).

Por carreteras secundarias llegaremos a Pola de Siero, importante núcleo urbano con múltiples servicios. Salimos de esta población por la carretera AS-331 (que tiene poco tráfico, aunque no tiene arcén), la cual seguiremos durante varios kilómetros hasta la localidad de Castro, donde tomaremos las SR-1 y comenzar nuestro paseo por el concejo de Sariego. En nuestro camino por este concejo, atravesaremos diferentes poblaciones, que poseen fuentes para refrescarse y algunas áreas recreativas donde pararse y disfrutar del merecido descanso.

Además, nos vamos a encontrar con varios llagares, que son los lugares donde se elabora la sidra (bebida alcohólica de baja graduación que proviene del zumo de la manzana).

Pedaleamos por este verde valle siempre en ascensión hasta el cruce con la carretera AS-267, carretera que tomaremos para afrontar una subida fácil al Alto de La Campa para, una vez coronada, continuar por una pista hormigonada con una fuerte pendiente, hasta el conjunto monumental de Valdediós. Es interesante hacer paradas durante la subida, para poder así contemplar la grandiosidad de este valle.

En el precioso valle de Boiges, que los monjes cistercienses bautizaron con el nombre de Valdediós, se levanta la pequeña pero majestuosa iglesia de San Salvador, auténtica joya del Arte Prerrománico Asturiano. Conocida popularmente como «El Conventín» fue mandada construir por el rey Alfonso III «El Magno» quien eligió este bucólico lugar para su retiro. A la ceremonia de consagración, en el año 893, asistieron hasta 7 obispos.

A escasos metros se levanta el Monasterio de Santa María de Valdediós (que también atiende una pequeña hospedería que da alojamiento a los diversos peregrinos que realizan todos los años el Camino de Santiago), que fue fundado en el año 1200 por los reyes Alfonso IX de León y Berenguela de Castilla. La iglesia de Santa María está considerada una destacada muestra del legado de la arquitectura románica cisterciense en Asturias. El claustro románico, fue sustituido entre los siglos XVI y XVII por el actual de estilo clasicista.

Se sale de Valdediós acompañando al río de su mismo nombre hasta Villaviciosa, capital del concejo homónimo y que ostenta la categoría de villa. En este lugar podremos empezar a disfrutar de todas las cosas interesantes que este lugar nos ofrece.

Como «extra» y fuera la ruta, aunque en sus cercanías, nos podemos acercar hasta Amandi, donde el río Villaviciosa se une a la ría de Villaviciosa y donde destaca la iglesia de San Juan de Amandi: un templo románico tardío con alguna característica gótica cuya construcción está datada en el primer cuarto del siglo XIII y donde se pueden observar casi todos los elementos románicos. La principal característica del edificio radica en su importante decoración escultórica, que aparece en las portadas, capiteles, canecillos, arco de triunfo y ábside, con motivos vegetales, geométricos, representaciones antropomorfas, escenas sagradas y profanas, y motivos zoomórficos.

En la villa de Villaviciosa, destacan varios edificios civiles, como el Teatro Riera (sede de referencia de la actividad cultural de la villa y su entorno, como representaciones teatrales o proyecciones cinematográficas), las Escuelas Graduadas de La Oliva (notable exponente de arquitectura escolar y una personal concepción del estilo montañés y que se levantó donde antes estuvieron una cárcel y un hospital de peregrinos) o el Ateneo obrero. El Ateneo popular o Ateneo obrero es el nombre que recibe un tipo de asociación que surge a partir del movimiento obrero. Entre las actividades de los ateneos populares podían encontrarse boletines informativos, edición de libros y panfletos, excursiones al campo, conferencias y charlas, teatro, recitales poéticos, debates, clases de esperanto, o bibliotecas de libre acceso.  Generalmente estas actividades eran autofinanciadas por los usuarios. Su proliferación se vio favorecida por la carencia de infraestructuras educativas oficiales para la clase trabajadora. Algunos ateneos populares estuvieron políticamente alineados al pensamiento republicano e izquierdista, y eran el punto de encuentro para la difusión de sus ideas.

Dentro de los edificios religiosos, sobresale la iglesia de Santa María de la Oliva, un templo construido en 1270. Si bien en esa época un nuevo estilo, el gótico, empezaba a emplearse en otros lugares, esta iglesia posee elementos del románico tardío. De manufactura románica se puede destacar la planta, las portadas y los diferentes tipos de ornamentación. Destaca el rosetón situado encima de la entrada de la iglesia. De la decoración de la iglesia cabe destacar las labras de los capiteles de la puerta de entrada.

• Recorrido por carreteras secundarias y sendas ciclables.
• Revisa los horarios de visita del conjunto de Valdediós.
• Villaviciosa no cuenta con estación de tren.