Esta excursión de cicloturismo es lineal, con inicio y fin en distinto punto. Habrá algún tramo duro —se dan detalles más adelante— que puede costar a las personas que no están habituadas a las pendientes, pero es de gran belleza y tranquilidad, sobre todo a partir del desvío a Gobezanes. Discurre por zonas asfaltadas o caminos bien compactados por lo que es apta para todo tipo de bicicletas.

La Collada de Arnicio -con 915 metros de altura- es un pequeño paso de montaña que une por una carretera sinuosa las capitales de los concejos de Piloña –Infiesto– y Caso –Campo de Caso-. En este bello paseo en bicicleta  conectaremos uno de los valles mineros por excelencia con un valle sidrero.

La salida inicial de Pola de Laviana no representa ningún problema por su suave perfil. Esta se realiza por la carretera AS-117a (o alternativamente por la senda ciclopeatonal a la vera del río Nalón) hasta el puente de la Chalana. A continuación se sigue ya por la carretera  divisando pueblos como Iguanzo (con su historia del “fielato”), puentes (como el de Puente del Arco) y torreones (como el Torreón de El Condado).

Pasado el pueblo de El Condado, hay que incorporarse a la carretera (AS-117) del Puerto de Tarna e ir subiendo hasta el embalse de Rioseco. En este tramo hay un túnel, por lo que se hace imprescindible llevar luces y una prenda reflectante para ver y ser vistos. A partir de aquí, la ruta entra en el concejo de Sobrescobio (y por ende en el Parque Natural de Redes). Tras una parada para contemplar el embalse desde el pueblo de Rioseco, la subida se irá intensificando debido al kilómetro y medio que existe para remontar la presa de Tanes. Es un tramo duro pero bello, sobre todo si se contempla la zona por donde la carretera y el río van encajonados. Una vez arriba es posible asomarse un momento para ver el vertiginoso salto que tiene que dar el río Nalón.

Llegados a la puebla de Tanes, conviene visitar la Colegiata de Santa María La Real que, al estar localizada en una terraza natural al borde del embalse, parece cautivada por sus aguas.

Al poco de salir de Tanes, hay que desviarse en dirección a Infiesto/Gobezanes. En esta ascensión, la ruta recorre la preciosa Foz de Gobezanes recreando nuestros sentidos entre molinos de agua y el arrullar del río Orlé. En el desvío a Gobezanes, pueblo que bien merece una visita, se continúa hacia Bueres. Poco antes de llegar a esta localidad, se toma la carretera AS-254 que no se deja hasta el final de esta excursión. Desde Bueres y hasta el alto que da nombre a esta ruta —la Collada de Arnicio— son poco menos de 4 kilómetros de subida con una pendiente bastante razonable. Conviene coger agua en Bueres ya que no hay más fuentes hasta llegar a la collada.

Una vez arriba se podrá disfrutar de las panorámicas y del fresco viento que tira de las cumbres del Tiatordos, Taranes, y Foyos. En esta collada se celebra todos los años el Festival del Queso Casín el último fin de semana de agosto.

Lo mejor del siguiente tramo serán los 20 kilómetros de descenso entre bonitas majadas hasta llegar a Infiesto. Hay que poner especial cuidado con los baches y con algunas curvas, sobre todo en la entrada a la villa de La Marea. En esta bajada se pasa por pueblos como Les Cueves, La Marea, Puente Miera, Vegarrionda o Ferreros.

Un poco antes de entrar en Infiesto, punto final de esta ruta, recomendamos para y visitar el Santuario de La Virgen de La Cueva que es uno de los puntos clave del concejo de Piloña, situado junto a su área recreativa.

• Es apta par todo tipo de bicis, pero si se utilizan las sendas, se recomienda de montaña o híbrida.
• Se circula por un túnel, y es obligatorio el uso de luces en el mismo.
• Conviene coger agua en Bueres ya que no hay más fuentes hasta llegar a la collada.
• Lleva bien revisados los frenos, que hay una buena bajada desde la Collada de Arnicio hasta Infiesto