La característica de este valle, situado en el concejo de Mieres, al que Víctor Manuel dedicó la canción “La Romería”, es que no se encontró carbón, por lo que mantiene un entorno y una arquitectura que nos puede servir para darnos cuenta de cómo era la comarca antes del boom carbonífero.

La ausencia del negro mineral, evitó que su paisaje sufriera la agresión minera, conservando su ecosistema y las actividades rurales de sus gentes girando en torno a la agricultura y a la ganadería.

Hay que destacar, el Santuario de los Mártires Cosme y Damián, santos que conocían la ciencia médica de la época. Su ayuda al prójimo, forjó que la devoción y la memoria popular, les recuerde cada 27 de septiembre en la Romería de los Santos Mártires de Valdecuna.

Comenzamos nuestro recorrido en la estación de Renfe de Llamaquique en Oviedo, dirección al Parque de Invierno. Salimos de la ciudad por la Senda de Fuso hasta La Manjoya, para coger la carretera N-630, pasamos por las pedanías de Argame y Santa Eulalia, y tras cruzar un túnel, nos desviamos dirección al concejo de Riosa por la AS-231, atravesando antes la Foz de Morcín. Al poco, llegamos a La Vega, capital del concejo, donde comenzamos la ascensión al Puerto del Cordal de unos 800 m de altitud. En el alto, nos salimos a la izquierda por una pista que nos llevará, en descenso, a Villar de Gallegos, ya en el valle de Cuna.

La ruta continua en bajada hasta Mieres y desde aquí, por un tranquilo paseo en llano, llegamos a La Pereda, para coger la Vía Verde del ferrocarril de La Pereda–La Foz. Continuamos por ella, pasando junto al Aula del Ferrocarril en la antigua estación de Loredo. Recorremos la senda, cruzando algunos túneles para… al final, encontrarnos uno tapiado, lo que nos obliga a bajar a la nacional. Atravesamos con precaución, a causa del posible tráfico, cinco túneles más, y continuamos por esta carretera hasta Las Segadas. Tras dejar atrás esta localidad, nos desviamos a la derecha y una tranquila carretera local nos lleva a la urbanización Bosque de La Zoreda. De aquí, de nuevo por la Vía Verde de Fuso, llegamos a la capital del Principado.

• Ruta no aconsejada para ciclistas noveles, ni niños.
• Apta para bicicletas de montaña