– ¿Sabías que hay un bosque de Secuoyas en Cantabria?
– Nooo!!
– Pues Asturies ConBici te invita a conocerlo.
– ¿Y qué narices pinta un bosque de Secuoyas ahí? – te preguntarás.
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Este singular Bosque de Secuoyas, situado en el municipio cántabro de Cabezón de la Sal, representa un Espacio Natural Protegido, único en España y la extensión más grande de esta especie en Europa. Está declarado Monumento Natural por el Gobierno de Cantabria y cuenta con ejemplares de hasta 40 m de altura.
Estos imponentes árboles son originarios de la costa oeste de América del Norte, donde hay ejemplares que sobrepasan los 100 m, siendo consideradas estas coníferas los árboles más grandes del planeta.

En estos montes cántabros se plantaron durante el franquismo, por necesidades industriales, árboles de especies foráneas, entre ellas y de forma experimental Secuoyas, con el fin de reducir las importaciones de madera.

En el presente, este bosque es un reducto de silencio y paz y dar un paseo por él es muy agradable, así que no lo pienses más y acompáñanos.

Esta tranquila ruta comienza en San Vicente de la Barquera, villa marinera y turística del occidente cántabro.

Partimos por la carretera CA-843 hasta tomar un desvío a mano izquierda para ir bordeando la marisma de Rubín, todo ello por carreteras secundarias sin apenas tráfico, mezclando tramos de pista ancha y fácil de rodar.

En un continuo sube y baja llegamos hasta el bonito pueblo de Caviedes, galardonado con el premio “Pueblo de Cantabria en 2006”. Proseguimos la marcha con una fuerte subida, la cuál haremos con tranquilidad por el esfuerzo que requiere, hasta llegar a la Ermita de San Antonio y su bonita área recreativa. Seguimos subiendo un poco más y comenzamos una larga y prestosa bajada por una pista ancha hasta tomar el desvío que nos lleva al espectacular Bosque de Las Secuoyas.

Hay diferentes pistas que recorren el bosque, nosotros cogeremos una que nos lleva a la entrada principal por pasarelas de madera para documentarnos en los paneles informativos. Este trayecto se puede hacer en bici, o quizás caminando, en función de la gente que nos encontremos, dado que es un sitio muy visitado.

Después de disfrutar de los encantos del bosque, lo abandonamos por la carretera CA-135 dirección a La Hayuela. En esta localidad nos desviamos a la izquierda para ir por una tranquila carretera local, la cuál, con pequeños sube y bajas, nos acerca al Monte Corona y a la Ermita de San Esteban, desde donde tendremos unas vistas fabulosas.

Continuamos con una larga y vertiginosa bajada por pista, super disfrutona, hasta llegar a la carretera que nos ayuda a salvar las rías y las marismas de la intrincada costa cántabra, para entrar en el Parque Natural de Oyambre, espacio natural protegido de Cantabria, famoso por su playas y dunas. Si el tiempo acompaña, éste es un buen sitio para darse un merecido baño.

La ruta continúa por carretera, bordeando la costa y, por la rasa, iremos disfrutando de las vistas a sus inmensas playas hasta llegar de nuevo a San Vicente de la Barquera, entrando  por el singular Puente de la Maza.

El Puente de la Maza, también llamado de los deseos, es el más famoso de San Vicente de la Barquera, consta que fue construido entre los siglos XV y XVI por orden de los Reyes Católicos y tiene una longitud de 500 metros sustentada por 28 arcos.

• No es una ruta apta para menores ni ciclistas noveles.